Instalación sonora. Festival de Arte Contemporáneo de Chachapoyas, Perú (2017) y Festival de Arte Sonoro Tsonami, Valparaíso, Chile (2018)
Sonotropos es una serie de esculturas sonoras giratorias activadas por la fuerza del viento. Cada pieza, compuesta por micrófonos y parlantes, funciona como un dispositivo autogenerativo: el viento impulsa su rotación y, en ese movimiento, se produce un canto de acoples (feedback). Este canto es la traducción directa de la energía del viento a sonido, un lenguaje poético donde lo atmosférico y lo tecnológico se entrecruzan.
La obra plantea una relación entre dos fuerzas autónomas: el viento y el feedback. Ambos comparten una naturaleza con agenciamiento propio, el primero como fenómeno natural, el segundo como fenómeno acústico-tecnológico, y en su interacción despliegan un campo vibratorio que se sostiene y transforma a sí mismo. En esta convergencia, el viento no solo activa el movimiento físico de la escultura, sino que también define la tonalidad, la intensidad y el ritmo del canto, revelando un diálogo entre materia, atmósfera y máquina.
Presentada en diversos contextos, Sonotropos incorpora el territorio como parte esencial de su experiencia. En Huancas, ceja de selva próxima a Chachapoyas (Perú), dialogó con la vastedad abismal del entorno, mientras que en Valparaíso, en el Festival de Arte Sonoro Tsonami, irrumpió en el horizonte oceánico, resonando con las fuerzas cambiantes del mar y el aire. En ambos casos, la obra no se impone al territorio, sino que se deja atravesar por él, activando una escucha situada que vincula lo natural, lo humano y lo tecnológico.